A la mañana siguiente Christofer me levanto temprano con un beso en la mejilla.
-Hola- Susurre con la voz ronca -¿Que hora es?
-Temprano- Dijo ayudándome a levantar -Vamos a desayunar.
Tome una ducha y me vestí rápidamente con la falda del colegio y la camisa de Christofer, la cual amarre en mi cintura para que se viera mas femenina.
-Te vez hermosa- Tomo mi mano.
-¿El arma donde esta?- Dije buscándola entre su ropa.
-Hoy sera un desayuno normal. No vamos a robar la comida, vamos a comer y después corremos sin pagar- Bromeo con una sonrisa.
Una pequeña carcajada salio de mi, siempre Chirstofer tan gracioso.
-Eso es robar tonto- Dije golpeando su hombro suavemente.
-Pero no con las mismas palabras y creo que se escucha mejor- Dijo con una picara sonrisa.
-Bueno, como tu digas, las dos cosas me parecen igual de bajas- Dije Caminando hacia la puerta.
-¿Prefieres trabajar?- Grito desesperado, no esperaba una respuesta pero igual no mire con esa cara de pereza.
Salimos y caminamos unos metros hasta un café, estaba un tanto olvidado su ambiente era antiguo y se veía mas bien abandonado.
-¿Aquí es?- Dijo con cara de pocos amigos.
-Si, te sorprenderás de toda la gente que veras aperas de el aspecto del lugar- Abrió la puerta y me hizo pasar, sin mentir el lugar daba asco, estaba muy descuidado ni un solo alma.
-¿Donde están todos?- Pregunte.
-Nuestros compañeros están siempre en el sótano- Dijo caminando en dirección a unas escaleras escondidas bajo una tabla de madera.
-¿Compañeros?- Pregunte al verlo bajar, ni loca bajo allí con ese desquiciado, sera mi amigo pero el me da mucho miedo a veces.
-Ya veras, solo baja conmigo- Estrecho su mano hacia mi, dude pero igualmente la tome y baje con el, se veía todo muy oscuro y de repente las luces se encendieron y vi al rededor de 50 personas o menos, todos con algo que de verdad asustaba, mientras caminábamos varios me olieron y otros solo me tocaron. Uno de ellos descubrió mi cuello del cabello y se acerco para morderme pero Chris me jalo hacia el con fuerza.
-Cuídate, no todos son amistosos- Dijo dándome un beso en la frente y mirando con rabia a todos para que se alejaran de mi.
Después me solto y se fue a hablar con unos amigos, me quede allí y mire a todos lados, mientras hacia esto logre ver a alguien, cabello oscuro, alto, ojos amarillos. Sin dudas pensé en Johnny al verlo.
Seguí detallando al extraño mientras me acercaba, era Johnny
-¿Johnny?- Dije acercándome a el y viendo sus grandes ojos amarillos.
-Azul, ¿Que haces aquí?-Pregunto preocupado, abrazándome.
-No, no ¿que haces tu aquí?- Me aleje de sus brazos y tome un cuchillo que estaba a mi lado.
-No hagas locuras amor- Susurro lentamente mirando el cuchillo.
-No haré nada si responde mi pregunta- Lo amenace y me acerque mas para intimidarlo.
-Bueno..- Pensó y continuo -Pensaba en buscarte hoy
-Si claro, no vengas con mentiras. ¿Cuanto tiempo tienes aqui?- pregunte en voz alta, furiosa.
-Unos meses- Susurro con la mirada baja.
-¿Como tres meses? si hace cono tres días estabas conmigo en Rumanía- Dije confundida a gritos.
-Para mi es fácil ir de un lugar a otro con rapidez- Susurro -Pero ahora que estas conmigo podemos ser un equipo linda -Dijo con una sonrisa que fue desapareciendo al ver mi rostro enfadado.
Al rato se acerca Christofer.
-Azulita encontré algo que de seguro te gustara- Tenia la mirada abajo pero cuando la volvió hacia arriba vio a Johnny y se fue alejando lentamente.
-No no no, tu vienes para acá cariño- Dije tomando la mano de Chris y trayendolo hacia la conversación -¿Tu Sabias, por eso me hablabas tanto de el?-
-Si Azul, lo siento- Dijo avergonzado.
-Okey ella no te disculpara Chris- Dijo Johnny algo enfurecido -Ella se quedara conmigo, puedes largarte
-¡Silencio!- Grite y los separe estaban apunto de pelear. Di media vuelta y comencé a caminar, ellos quedaron confundidos.
-Chris, muéstrame lo que me ibas a mostrar y volvamos a casa- Dije mostrando mi mano para que la tomara, el corrió hacia mi y me abrazo.
Me llevo a una habitación donde habían muchas armas, donde me mostró unas pistolas muy discretas que podía usar bajo mi ropa, escogí una de muchas y me entrego las balas. Todo lo guarde en una mochila que había agarrado al entrar a la habitación.
-Bueno vamos a comer- Me llevo a una mesa donde me senté mientras el iba por algo para comer.
Me quede mirando a todos lados y de repente siento una respiración en mi oído.
-Hola, soy tu conciencia diciéndote que te busques a un compañero como Marcus- Susurro esa voz ronca pero solo me reí.
Después apareció frente a mi un chico alto, simpático, ojos oscuros, cabello corto lizo y vestía con una chaqueta negra de cuero y una franela blanca abajo de esta, con unos pantalones rotos y unos zapatos deportivos.
-¿Eras quien me hablaba?- Pregunte levantándome para presentarme.
-Si- Dijo sonrojado -Soy Marcus- Dijo estrechando su mano, cuando la iba a tomar desapareció, me sorprendí sin dudas.
-Eres algo tímido- Dije con una sonrisa.
-Por eso me escondo de todos- Dijo apareciendo nuevamente frente a mi - Si necesitas ayuda llámame.
-Ademas soy Azul- Dije rápidamente por que ya iba a irse.
-Que gusto Azul- Dijo y solo se desapareció.
Me senté nuevamente y Chris llego con una rica pizza que puso sobre la mesa.
-Conociste a Marcus- Dijo con una mirada furiosa.
-Si ¿como lo supiste?- Susurre tomando un pedazo de pizza.
-Lo se todo Azulita, pero no se por que reprobé la escuela- Dijo pensativo.
-Bueno, como sea Chirs ¿haremos después de esto?- Pregunte emocionada.
-Luego lo veras linda- Dijo con una sonrisa
Después de comer salimos y me llevo a un centro comercial.
-¿Por qué aquí?- Pregunte extrañada
-Por que quiero escogerte algo- Corrió a una tienda y se sentó -Eres libre de escoger lo que quieras.
-¿Enserio? - Dije con una sonrisa.
-Claro Azulita - Susurro poniéndose cómodo, tal vez pensaba que duraría mucho.
Vi unos conjuntos espectaculares, pero por ahora solo escogí un vestido color azul rey, estilo clásico corto. Me metí al probador y me lo puse.
-¿Que tal Chris?- Dije saliendo del probador, el se despierta algo confundido.
-¡Vaya! Azul te vez mas que bella- Dijo levantándose rápidamente.
-Gracias, me gusta este- Entre nuevamente al probador a quitármelo y volver a vestirme, al salir se lo di la chica que trabaja allí, pero Chris rápidamente me detuvo.
-Ya pague- Dijo rápidamente tomando el vestido, no quise preguntar así que salí.
-¿Tu no vas a querer nada?-Pregunte algo apenada.
-Un dulce- Dijo sonrojado, entro a una tienda de dulces y yo lo espere afuera, vi que salió con una gran chupeta de caramelo.
-Pareces un bebe con eso Chris- Dije tomando su mano.
-Lo se, pero esto es delicioso- Dijo dándome un pequeño beso en los labios.
Salimos del centro comercial y me llevo a una casa, algo pequeña.
-¿Que haremos aquí?- Dije algo asustada.
-Quiero divertirme un rato- Dijo abriendo la puerta -Pasa Azul
Entre y vi a un señor sentado en un mueble viendo televisión, así que escondí pero Chris paso de largo.
-Hola amigo, tanto tiempo- Golpeo en el hombro al extraño hombre, parecía no conocerlo ya que este se asusto y rápidamente se levanto del mueble.
-¿Que hacen aquí? ¡¡Salgan!!- Grito desesperado, tomando un bat de béisbol.
-Chris, creo que debemos irnos- Dije asomándome solo un poco.
-¿Por que si somos todos amigos- Chris se acerca y el hombre lo golpea con todas sus fuerzas en la pierna izquierda -¡Con un demonio, maldición! acaso no sabes que eso puede romperme una pierna idiota- Obvio me asuste y corrí hacia el y al hacerlo el hombre también me golpeo a mi pero esta vez fue en la cabeza.
Escuchaba muy poco y todo se veía muy borroso, toque mi cabeza y vi mi mano llena de sangre, después me desmalle.
Desperté en un extraño lugar, vi a través de una ventana mucha gente caminar.
-Azul, Azulita que bien que despertaste estaba muy preocupado, sabia que no te iba a pasar nada pero igual me daba miedo- Dijo alguien extraño, casi que abalanzándose a mi.
-Estás loco, primero ¿dónde estoy? segundo ¿que me paso? y tercero ¿quién demonios eres tú? - Dije muy asustada.
-Okey Azul, estas en New York, un hombre loco te golpeo con un bat de béisbol y por ultimo soy Christofer- Dijo algo confundido, pero volvió a abrazarme.
-Tengo que irme, mis padres donde están, como puedo estar en New York?- Dije muy confundida moviéndome de la cama donde por alguna razón estaba atada -Por que estoy atada?
-Por que no queríamos que le hicieras daño a alguien, casi siempre que despiertan tienen la rabia que sentían al momento de ser heridos- Susurro muy triste alejándose de mi.
-Quiero irme, sácame de aquí como te llames quiero a Johnny, donde esta?- Intente desatarme, Christofer se sentó nuevamente el la silla donde estaba y baso su cabeza que la escondía tras sus brazos.
Creo que comenzó a llorar, ya que cuando llego alguien a saludar el se levanto y seco su rostro que estaba totalmente enrojecido, esto me hizo sentir mal, pero no lo recuerdo, no recuerdo nada